📚 ¡Acaba con la dictadura del cliente!

¡Hola!

Hoy te traemos una pepita especial, muy multiusos. Una herramienta que igual aplicas en tu vida personal que profesional. Pero sea donde sea, va a hacer que tus resultados mejoren exponencialmente, muy atento. 🚨

⌛Tiempo de lectura: Lo que te tiras en el baño haciendo aguas mayores, 5 minutos

Pepita Número 2: ¡Acaba con la dictadura del cliente!

Lo de que te traten como a un dios mitológico en el bar de la esquina está muy bien. Pero reconozcámoslo, hay que poner un poquito de nuestra parte.

Si tienes un negocio sabes de lo que hablo; hay clientes a los que le tirarías la caja registradora a la cabeza al grito de “¡te va a repetir el bistec muy hecho tu santo padre!”. Puede que no así exactamente, pero tú me entiendes.

Y es que nos han repetido hasta la saciedad que “el cliente manda”, “el cliente es lo primero” y blablablá. Sí, el cliente es lo primero, pero no todos. Te presentamos… (Ruido de tambores): ¡la Ley de Pareto!

No te asustes, no te vamos a asaltar con una clase de física cuántica. Es muy simple: esta ley dice que el 20% de tus acciones generan el 80% de los resultados. Y esto trasladado a la empresa, quiere decir que el 20% de tus clientes generan el 80% de tus ganancias.

Es decir, de cada cinco clientes que tengas hay uno que va a ayudar a tu empresa a crecer; va a hablar de ella a sus amigos, a ir regularmente y a ser esa persona que dices “da gusto que existas”. Y los otros cuatro apenas te van a dar nada, incluso alguno de ellos va a ser la causa de tu estrés diario y tus dudas sobre tu futuro.

Tienes dos opciones igual de válidas de actuar en tu negocio:

Puedes seguir con la creencia de que todos los clientes valen y mandan. Atenderás a todos por igual dando tu máximo, aceptarás sus críticas e irás a dormir pensando en ese que te ha amargado el día. Porque por mucho positivo que haya, solemos recordar más lo negativo, es inevitable.

O bien puedes cambiar la dirección de tu negocio: centrarte en ese 20% de clientes y hacerles sentir como verdaderos dioses mitológicos. Mándales un correo por navidad, dales un regalito de vez en cuando con sus pedidos y trátales con el mayor amor del mundo. Al fin y al cabo, son el 80% de tus resultados; haz que se sientan como lo especiales que son.

“¿Y qué hacemos con el otro 80% de clientes?”, te preguntarás. Pues depende: puedes eliminarlos y dar un servicio exclusivo a los “especiales”. O si no quieres cerrarte puertas, puedes dar tu servicio al resto por un precio mayor, que consideres que te compensa el estrés que pueden generarte.

Eso sí, no es prudente hacerlo en todos los casos. Si decides dar servicio solo al 20% de clientes “especiales” y en total acabas con 3 clientes, puedes ser muy vulnerable al mercado y a los cambios que pueden pasar, como que uno se mude. Si te quedas con poquitos, puede ser mejor opción esperar un poco.

O hay otros negocios donde estaría mal visto dar un servicio tan exclusivo, por ejemplo en un bar. En estos casos estamos seguros de que podrás idear algo para que ese 20% que te hace llegar a fin de mes se sientan distintos al resto; siempre hay alguna manera chula de lograrlo.

Sea el caso que sea, ten esta ley en cuenta. Y aunque decidas seguir tratando a todos por igual no permitas la tiranía de esos clientes “maléficos”, que te dicen que les repitas el bistec porque eso no es “muy hecho”.

¿Hay algún otro área donde creas que se puede aplicar esta Ley? ¿Cómo vas a hacer a tus clientes sentir especiales? Accede al Discord de Bookers Club y cuéntanoslo. 👀

Pepita extraída por Iván F.G.

¿Te reenviaron este correo? Regístrate aquí para recibirlos directamente