Hace poco escuché una historia que me fascinó, de esas que se te quedan todo el día haciendo piruetas en la cabeza.

No sé quién la creó. Yo la conocí por el copywritter Luis Monge Malo, así que créditos a él.

La historia dice así:

En una ocasión, un pescador norcoreano se despistó en medio de la niebla y se acercó demasiado a las costas de Corea del Sur.

Lo supo porque su radio sintonizó una emisora que le era desconocida. Estaban contando un chiste. Trataba de dos vecinos que se peleaban por una plaza de aparcamiento.

El pescador se rió.

¿Cómo iba a haber tantos coches como para que aparcar fuese un problema? Hay que ver qué ocurrencias tiene la gente.

Así que volvió a su casa norcoreana. Continuó con su vida norcoreana. Pero bien sabes que este tipo de ideas no se olvidan.

Más bien van enraizando poco a poco en tu cabeza. Y así pasó.

Hasta que llegó el día donde el pescador vio la realidad.

Obvio que en Corea del Sur hay tantos coches como para que la gente se pelee por aparcar.

Tan obvio como que todo lo que te han contado del mundo exterior eran mentiras.

¿Sabes por qué conocemos esta historia? Porque el pescador emigró a Corea del Sur.

¿El motivo que contó que le empujó a hacerlo? El chiste que oyó en la radio.

Creo que imaginas por qué te la he contado.

Va a llegar un día donde te cuestiones si tus ideas y tu forma de vivir fueron tuyas o lo decidió alguien más. Eso es inevitable.

Puede que, como el pescador, hasta lo veas beneficioso.

“El trabajo no es para disfrutar, si no nadie barrería las calles.” “Que me quiten dinero es necesario para que podamos construir más hospitales.” “El dinero te vuelve avaricioso.”

Qué ocurrencias las de los que dicen que eso podría no ser así.

Pero un día recordarás esta historia.

Y la realidad se volverá tan obvia que te darás collejas a ti mismo preguntándote por qué no te diste cuenta antes.

Hemos creado un pack con los resúmenes de los libros que nos ayudaron a Charlye y a mí en ese momento, cuando sabíamos que debíamos cambiar algunas cosas pero no cómo ni cuáles.

Son nueve. Los nueve resúmenes divididos en ocho módulos que para nosotros fueron clave, y obvio, ya resumidos:

Domina tus finanzas y deja de estar hasta el cuello a final de mes (hasta el punto de poder darle una patada a tu trabajo, si quisieras)

¡Hasta la próxima lección!

Iván F.G.

Equipo Libro al Día