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📚 Ser "donante" puede arruinarte la vida
¿Dedicarte a los demás: éxito o fracaso? 🥴

¡Hola otra vez! Otro día por aquí para explicarte una pepita que mejorará tu vida. Y la de hoy es de las inmediatas, de las de leer y aplicar. Así que atento, que vas a descubrir mucho sobre ti mismo…

⌛Tiempo de lectura: 5 minutos en el descanso de tu serie de Netflix
Pepita Número 10: Ser "donante" puede arruinarte la vida


Hay amigos que son como estas pepitas: de oro. Ese en quien piensas que se sienta a escucharte, te apoya y se preocupa de verdad por ti. Dan ganas de hacerle una estatua.
Y luego está el caso contrario, ese amigo que siempre habla de sí mismo, que te llama por interés y que puede estar años sin saber ni qué estudias porque no se molesta en preguntarte.
Vamos a ponerles un mote para que sea más fácil. A esas personas fantásticas del principio les llamaremos donantes, porque lo dan todo siempre por los demás. A los segundos, receptores, porque no dan ni las gracias; sólo reciben y se preocupan de sí mismos.
Luego hay un tercer grupo donde está la gran mayoría de personas, los que son un combo de ambas. Están en equilibrio, así que les llamaremos equilibradores. No hay que comerse la cabeza. ¿A qué viene esta clasificación? Te lo explico.
¿Qué grupo de los tres crees que tiene mayor éxito en su vida profesional y laboral? ¿Y cuál crees que menos? Tómate el tiempo que quieras para pensarlo.
Lo reconozco, eran preguntas trampa. La respuesta a la primera es el de los donantes, y puede que hayas acertado, pero es que los de menor éxito también son los donantes. ¿Cómo es esto posible? 🤯

Hay una diferencia clave entre un donante exitoso y uno que no: ambos se preocupan continuamente por el resto porque es inevitable para ellos, pero los primeros tienen también en cuenta sus propios objetivos y metas. Los segundos no; las apartan y dan prioridad siempre a los demás.
Lo mejor sería que todos fuésemos donantes y nuestros amigos nos adorasen (con razón), pero muchos podemos ser equilibradores o receptores. Pero si lo eres y quieres acercarte más a ser donante, puedes comenzar a hacer las acciones que ellos realizan. Por ejemplo, llámales ahora a ver qué tal están, interésate por su vida y dedícales toda tu atención. Igual se han echado pareja y ni te has enterado.
Pero siempre ten ciertos límites, sé un donante de los de éxito. Está bien darse a los demás, pero dejar tu mundo de lado podría hacer que, por muy altruista que seas, no tengas todo el éxito que te gustaría.
❗Por eso te propongo un juego: se llama “el favor de los 5 minutos”. Además de las acciones que hemos hablado, harás todos los favores que te pidan que no lleven más de 5 minutos. Parece poco, pero es un detalle que para los demás va a ser mucho.
¿Qué consigues con esto? Ser un donante sin olvidarte de tus propios objetivos. No hace falta que seas radical tampoco, si te piden uno de vez en cuando que dure más, adelante. Es lo normal, que si arreglarle el móvil a tu abuela, que si recoger a tu amigo de una fiesta,… Pero en ocasiones puntuales, porque sin control puede ser peligroso.
Es simple, ¿verdad? Comienza a hacerlo y verás pronto buenos resultados. Y a ese amigo donante que has imaginado mientras comenzábamos esta pepita, dale un abrazo y las gracias por existir de mi parte.

Hagamos un ejercicio de introspección. ¿A qué categoría crees que perteneces? ¿Recuerdas alguna vez donde ayudar a alguien ha interferido en tu éxito? ¡Cuéntanos en el Discord de Bookers Club y te leemos!
Pepita extraída por Iván F.G.
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