El olor a palomitas crepitando en el microondas, la manta de pelo subida hasta los hombros, los diez minutos eligiendo qué peli ver en Netflix.

Oh, esos pequeños placeres de la vida. Pero,

¿sabías que Netflix no siempre fue este Netflix?

De hecho hubo una época donde no era Goliat, sino David con su honda. Y como en el antiguo relato, también tuvo que decidir su estrategia de guerra.

Sucedió en el 97’, cuando Netflix era un polluelo recién creado por dos emprendedores. Era la época de los videoclubs, los VHS y las revistas en físico escondidas en el cajón de los calcetines.

Oh, no había mejor plan adolescente que pasar la tarde del viernes eligiendo qué peli alquilar. Eso también era buena vida.

Y había una marca que de esto de alquilar sabía un rato: Blockbuster.

La Goliat de entonces. 8.000 tiendas, más de 60.000 trabajadores,…

Se lo habían montado bien.

Evidentemente Netflix no podía competir contra él. Como en la mítica historia, no podía enfrentarse cuerpo a cuerpo ni acercarse demasiado. David tenía que tomar distancia y descubrir ángulos nuevos.

Así lo hizo Netflix.

¿Tú lideras en cintas VHS? Yo iré a los DVDs. ¿Tú lideras en locales físicos? Yo los mandaré por correo postal, porque no tendré ninguno.

Así, de lado y sin hacer ruido para no despertar al gigante, Netflix no tardó en alcanzar una valoración de $5 millones. Una subida espectacular.

Pero el momento de enfrentarse siempre llega. Si Netflix quería ser el Goliat de su mercado, tendría que hablar con el Goliat actual…

Y ahí es donde este cometió su gran error.

“¡Ey, aliémonos! Tú tienes tus fortalezas y yo tengo las mías, si las juntamos podremos con todo!”, dijo Netflix (no literalmente).

“¿Por qué cambiar mi lucrativo negocio por una tecnología aún no consolidada, como los DVDs?”, contestó Blockbuster (sí literalmente).

Rechazó la alianza. Ni siquiera siendo un gigante pudo ver lo que el futuro traía. Pero Netflix lo vio claro…

“Quizá no tenga que luchar, y el tiempo haga todo el trabajo”.

Así fue. Pocos años después Blockbuster entró en quiebra. Y Netflix, sin perder el tiempo, se sentó en el hueco del trono.

Coronado por ver el futuro y no el pasado.

Eso sí, desde entonces Netflix ha dado una Masterclass de cómo gestionar un negocio de éxito.

De cómo llegar, pero también -y aún más importante- de cómo mantenerse.

Este domingo, todos los Miembros PRO las verán en el resumen completo.

Y hablando de Miembros PRO: esto fue lo que votaron el pasado sábado.

Por eso, el Resumen Ampliado de esta semana será del libro:

"Aquí no hay reglas", por Reed Hastings & Erin Meyer

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¡Hasta la próxima lección!

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