- Libro al Día
- Posts
- 📚 El peligro de ser MUY original
📚 El peligro de ser MUY original
¿El rey león... O Bambi con leones?

¡Bienvenido a la pepita de oro de hoy! En esta ocasión te enseñaremos los terribles peligros de ser demasiado originales.
O sea, soñar con tener ideas grandiosas, que te catapulten a un ascenso laboral y ganar millones… está bien. Pero entraña un peligro desconocido ¡Veámoslo!
“A veces, el exceso de originalidad resulta insignificante”.
El peligro de ser muy original
¿Te suena El rey león? La película de Disney.
Espero que sí, porque si no no sé en qué cueva has vivido todos estos años.
De mis obras favoritas, una maravilla. Pero hace poco me enteré de la historia de su creación…
Y de cómo estuvieron a punto de no lanzarla.
Te lo explico (cuidado, hay spoilers).
A principios de los 90, un grupo de guionistas propuso algo que nunca se había hecho en Disney:
Dejar de copiar cuentos tradicionales (Blanca Nieves, Cenicienta) y tener ellos su propia idea.
“El director no tenía ni un ápice de confianza”, dijeron. Pero aceptó hacer una prueba, poniéndose manos a la obra.
Tras varias semanas, los guionistas presentaron su primer guion. Una especie de “Bambi en África, pero en vez de con venados, con leones”.
Imagínate, fue un verdadero fracaso. Ninguno de los jefes le veía el sentido.
Solo hubo uno que, buscando algo que salvar, les preguntó: ¿podrían convertirlo en El rey Lear, de Shakespeare?
No, claro que no. Su guion no se parecía en nada. Pero de pronto cayeron en la cuenta…
Esto no es El rey Lear. Es Hamlet.
La sala entera soltó un suspiro de alivio. Claro, el tío asesina al padre y el hijo debe vengar su muerte.
De repente todos entendieron a la perfección la obra. Así que la adaptaron hasta crear un “Hamlet con leones”.
(Hasta metiendo la escena de “ser o no ser”, con Rafiki y Simba)
Ahora bien. ¿Qué te quiero decir con esto?
En muchas ocasiones, en la creatividad está la propia condena.
Como explicó uno de los ejecutivos de Disney:
“Con la originalidad absoluta es fácil perder a la gente. Los ejecutivos tienen que vender la idea, necesitan algo de donde agarrarse”.
Da igual que tu idea sea la mejor de la historia, necesitas gente que la venda o que la compre.
Y eso solo lo harán si la entienden. Si les das un punto de referencia o familiaridad con el que compararse.
“Ah sí, es como esto pero mejor”.
Al fin y al cabo, no todos tienen tu mente. No todos piensan o imaginan como tú.
No todos tienen por qué comprenderte.
PD: ¿quieres más lecciones de creatividad como la de hoy?
Este domingo enviaremos la guía interactiva del libro Originales, de Adam Grant. Con 12 pepitas más en menos de 15 minutos.
Para recibirla, entra a Libro al Día PRO antes de que el reloj llegue a cero. Después desaparecerá para siempre.


"Originales", por Adam Grant
Correo presentado por Iván de la Fuente García
🐸 Comparte esta newsletter con tus amigos para mejorar vuestras conversaciones. Y si te han reenviado este correo: Regístrate Aquí.