📚 La fuerza de los marginados

Y el líder que supo aprovecharlo

¿El odio y la discriminación crean personas de éxito?

Un líder sabio reconoce que ganarse a aquellos marginados por el anterior soberano no solo es un acto de benevolencia, sino una estrategia de estabilidad y lealtad a largo plazo”.

 

Verás, de pequeño, Stephen King admiraba a las personas altas. Por ello le llamaban tanto la atención los nacidos con talento para jugar al baloncesto…

 

Y luego estaba yo. Un Homo Floresiensis. Una antigua especie de humanos. Medían un metro. Y todo porque vivían atrapados en una isla de pocos recursos.

 

Mi querida madre se empeñaba en darme sándwiches de Nutella. Yo los odiaba. Por lo que no comía. Prefería fruta que no me daban. Así me quedé de bajito.

 

¿Lo peor? Que me gustaba el baloncesto. Pero nunca me elegían para jugar.

 

Era discriminado por mi altura. Hasta que un día me escogieron el primero de todos al elegir equipos. Ese día fue un partido de altos contra bajos… ¡Y ganamos! ¡Por MUCHO!

 

¿Y por qué te cuento esto? Porque lo que aprendí ese día puede ayudarte a crear equipos. A ser mejor líder. Y a tener gente de confianza.

 

Imagínate que eres un orador y político del siglo IV a.C., en Grecia. Ya sabes. Con tu himatión, uno de esos paños griegos cubriéndote el cuerpo.

 

No obstante, tu soberano, líder de aquella ciudad-estado independiente, te tiene vetado de los asuntos importantes. En el banquillo del poder.

 

¿Por qué? No importa. Te odia. Te detesta por cualquier peculiaridad suya.

 

Tú a él también, porque no te parece justo. Vives maginado y empequeñecido. Pero las cosas están a punto de cambiar: Alejandro Magno se hace con el poder.

 

Este nuevo líder necesita aceptación en su nuevo cargo, gente que le siga. ¿Cómo puede conseguirlo? Tiene muchas opciones. Pero una es devolverle el honor a todos los rechazados por el antiguo soberano.

 

Es decir, reintegrarlos, devolverles su cargo, invitarlos a asuntos importantes… ¡Vaya! ¿Cómo te sentirías tú si, rechazado de todo, de repente te aceptan?

 

Pues con fuerza y alegría. Con un total agradecimiento hacia tu nuevo líder. ¿Cómo no ibas a darlo todo por él? ¿Cómo no protegerle, amarle y seguirle?

 

Si él ha sido el primero, sin condición, en ayudarte a ti cuando nadie lo hacía. ¿Cómo no íbamos nosotros, los bajitos, a ganar aquel partido contra los altos? Ellos estaban confiados, soberbios. ¡Y nosotros estábamos ardiendo!

 

¿Cómo perder? ¿Cómo no devolverle el agradecimiento a quien nos escogió?

 

Esa es la fuerza del discriminado. Y como nuevo líder puedes aprovecharlo.

PD: esto es solo un extracto de la guía que enviaremos el próximo domingo, con todos los conocimientos resumidos y masticados del libro El príncipe, de Nicolás Maquiavelo. Si quieres recibirla, entra a Libro al día PRO antes del domingo a las 19:00.

"El príncipe", por Nicolás Maquiavelo


🐸 Comparte esta newsletter con tus amigos para mejorar vuestras conversaciones. Y si te han reenviado este correo: Regístrate Aquí.