📚 La manipulación de un Dios

La manipulación de un dios

⚠️Advertencia: Esto que vas a aprender hoy está mal: no lo hagas. Apréndelo, sólo y exclusivamente, para evitar que te lo hagan a ti. Fin del aviso.

Piensa en Zeus, no el tipo con el rayo, sino el seductor.

Este dios griego era el rey del Olimpo, pero también del disfraz.

Se transformaba en cualquier cosa: desde un águila, hasta un toro blanco o un mendigo.

¿Para qué? Para capturar la atención y el corazón de sus próximas conquistas.

Suena extremo, pero quizás podamos aprender algo sobre él…

El concepto es simple: la gente se siente atraída por lo que no puede entender, como esa serie cuya trama te mantiene en vilo, incapaz de prever el final.

Zeus lo entendió mejor que nadie: cada una de sus transformaciones aumentaba el misticismo a su alrededor.

Ahora, esto no significa que te disfraces de animales y salgas a ligar. (O sí, no sé, tú sabrás). La clave aquí es cómo usarlo al presentarte y comportarte con alguien.

La seducción consiste en mantener ese aire de misterio que te hace inalcanzable, en dejar que los demás siempre quieran un poco más de ti…

Y para hacer esto, por ejemplo, podrías ser alguien que ama la rutina y la estabilidad, pero de repente decidir embarcarte en una aventura espontánea arrastrando a esa persona contigo.

O tal vez siempre eres el alma de la fiesta, pero un día eliges abrirte y compartir un momento de vulnerabilidad inesperada.

O, o, o… también puedes parecer un día súper cercano con quien te gusta, y al día siguiente pasar fríamente de ella.

Estos cambios y sorpresas hacen que la gente se pregunte qué otras facetas hay en ti que aún no conocen. “¿Quién es en realidad?” “¿Qué quiere de mí?”.

Los grandes seductores, como Zeus, saben que el misterio no se trata solo de ocultar, sino de revelar lo suficiente para mantener el anzuelo.

Dar un poquito y retirarlo. Dar un poquito y retirarlo… así.

Es un juego de equilibrio entre ser abierto y reservado, entre ser conocido y desconocido, entre ser alcanzable e inalcanzable.

Si les haces creer que pueden obtener algo de ti, pero nunca llegas a dárselo, les mantendrás bajo tu ala: impacientes, desesperados, obsesionados.

Y aquí está la gran paradoja del misterio: mientras más intentas resolverlo, más profundo te adentras en él.

En el juego de la seducción y del interés: el misterio es tu mejor aliado.

¡Ahora! Esto es lo que dice el libro. Pero la psicología tiene algo más que decir…

Spoiler: algo MUY malo que decir.

Hay maneras más sanas de comportarse que no impliquen engaños o dañar a la otra persona que quieres con ese juego obsesivo.

Y, por supuesto, que tampoco hagan que, a la larga (o a la corta) tu reputación, tu autoestima y la suya se vean seriamente dañadas…

Esta y el resto de técnicas (poco aconsejables si no quieres seducir haciendo daño a la otra persona) las recibirán nuestros SUSCRIPTORES PRO este domingo a las 19:00 pm hora española.

¡Pero cuidado! Una vez la recibas, tendrás en tus manos un poder peligroso. Úsalo con cabeza, como querrías ver usarlo a tus hijos (o futuros hijos) con sus parejas…

¡Además! Junto a las de este libro, recibirás las lecciones completas de un nuevo libro cada domingo a la misma hora mientras mantengas la suscripción.

Si no estás para cuando se envíe, lo perderás para siempre.

Pepita de hoy de: "El arte de la seducción", por Robert Greene

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¡Hasta la próxima lección!

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