📚 La sociedad inventada

¡Bienvenido a la pepita de oro de hoy! Fíjate en un grupo de chimpancés. O de gatos, o de delfines. ¿Te has planteado por qué ellos no tienen dinero ni religiones? ¿Por qué nosotros somos la única especie?

A esto se le llaman ficciones, y es una de las grandes causas de que los Homo Sapiens estemos en la cúspide de la pirámide.

¡Sigue leyendo para descubrir por qué! 👀

La sociedad inventada

Todo, TODO a nuestro alrededor son ficciones.

Porque una hoja existe en la naturaleza, la puedes ver y tocar. Pero no puedes tocar el capitalismo.

Ni el comunismo. Ni el cristianismo. Ni siquiera los Derechos Humanos.

¿Y el dinero? Monedas y billetes, sí, pero tienen valor porque queremos que lo tengan. Para la naturaleza son un trozo de papel y de latón con colores.

Hemos construido la sociedad desde la imaginación de nuestro cerebro. Y nos funciona, ya ves si funciona. Mira hasta dónde nos ha llevado.

Pero centrémonos sobre todo en un elemento: las religiones. ¿Por qué aunque parece que solo nos enfrentan, fueron vitales en nuestros orígenes?

Volvamos a los chimpancés. Nunca verás a varias tribus distintas colaborando por un mismo objetivo, porque hay algo imprescindible que les falta: la confianza.

No confían en que otra tribu siga sus mismas normas. Quizá para ellos sea normal matar con un palo a todo el que se les cruce porque su líder opine distinto al tuyo.

Esto hace que en las tribus de chimpancés sean pocos y apenas se relacionen con las demás.

En cambio, los humanos sí conseguimos esa confianza. Porque ya no eran las normas que ponía un hombre, eran las normas de un ser superior que siempre estaba vigilando.

Lo que nos “animaba” siempre a respetarlas.

Al principio fueron los dioses de la naturaleza. Ahora tenemos las religiones, pero también los Derechos Humanos, algo en lo que (casi) todos creemos ciegamente.

Por eso somos capaces de convivir millones en el mismo planeta. De cruzarnos a alguien de otro continente y poder confiar en él lo suficiente como para no atacar.

Y por eso el resto de especies no tuvo nada que hacer contra nosotros, ni siquiera los Neandertales, que no podían inventar ficciones.

Siempre fue y siempre será nuestra arma secreta.

A pesar de que, en la actualidad, algunos la usen con malos fines.

✨Reflexión de hoy: ni nuestro cerebro ni la alimentación; el gran arma del Homo Sapiens frente a las demás especies fueron las ficciones.

"Sapiens", por Yuval Noah Harari

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