📚 Lo único predecible es que nada lo es

💡“Imaginaos lo mucho más difícil que sería la física si los electrones tuvieran sentimientos”, dijo Richard Feynman.

Pues los inversores tienen sentimientos, y bastantes. Por eso fijarte en lo que pasó antes no te dará ninguna clave sobre lo que pasará mañana. Fíjate: entre los siglos XIX y XX nacieron 15.000 millones de personas. Pero, ¿qué pasaría si solo 3 no lo hubieran hecho, como pudieron ser Hitler, Steve Jobs o Nelson Mandela? ¿Cómo hubiera cambiado eso el mundo?

Nuestras sociedades se definen por las emociones de unos pocos, por unos pocos sucesos extremos que nadie podía prever (un terremoto, una guerra). Nunca estaremos lo suficientemente preparados para el futuro. Pero su llegada es inevitable, y debemos saber cómo afrontar el golpe.