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📚 Mal jefe, malo en el amor
¿Problemas en casa?
¿Sabes por qué muchas parejas acaban mal?
Porque uno de los dos (o ambos) tienen malos jefes en sus empresas.
Veamos por qué como líder esto tiene que importarte.
“El liderazgo no consiste en estar al mando, sino en cuidar a las personas que están a tu cargo”.
En fin, ya sabes a qué jefes me refiero. ¿Verdad?
A jefes villanos.
Esos que te dan vacaciones a cambio de trabajar x2 a tu vuelta.
O esos que con sólo pensar en ellos se te anuda el estómago. ¡Qué digo! Se te cae el mismo estómago al suelo. Para que luego tu jefe te lo recoloque con un poco de esparadrapo y con una palmadita en la espalda te diga…
- Ale, ahora recolócales el estómago a tus compañeros y a trabajar.
(Muy villanos).
Pero, ¿por qué un jefe así podría destrozar tus relaciones íntimas y personales?
No es que vaya a tu casa a flirtear con tu pareja (que sepamos).
O, al revés, ¿de qué manera, siendo tú ese jefe, esto puede arruinar tu empresa?
Pues verás.
Existe un fino hilo que conecta tu vida laboral con tu vida privada y viceversa.
Y al igual que el aleteo de una mariposa en Taiwán provoca un tsunami en Los Ángeles, un mal jefe provoca un malestar en casa.
(Lo que deriva en discusiones al pagar tu frustración con tu familia).
Y lo que provocará, a su vez, un mal desempeño del trabajador en el trabajo.
Es decir, que dará igual qué buenos sean tus trabajadores, porque si tú no sabes ser un buen líder, acabarán todos deprimidos, quemados, y desinteresados.
Similar al mal cocinero que cocina con magníficos ingredientes.
Por tanto, es imperdonable para un líder, que se llame así mismo como tal, no preocuparse de sus empleados más allá de las puertas de su empresa.
Porque al trabajador se le dice mucho eso de: “Los problemas en casa, no los traigas al trabajo”. Pero luego ignoramos que muchos nacen en el trabajo.
No por nada el estrés laboral es uno de los mayores responsables de depresión.
- Por culpa de no dar buenos descansos a tus trabajadores (pero uno no real, no tener que pensar en todo el trabajo acumulado por haber descansado).
- O no usar correctamente los horarios laborales (como cuando tu jefe puede hablarte por WhatsApp a cualquier hora, lo que nos deja en un estado de alerta perpetuo).
En conclusión: Un buen líder debe preocuparse del bienestar de sus trabajadores tanto dentro de la empresa como fuera. Parece un consejo sencillo, porque todos nos orgullecemos de ser buenas personas. Pero luego, siendo jefes, se nos olvida.
PD: así es como ser mejor persona te hará mejor líder, pero ¿en qué situaciones es mejor que tus seguidores te teman? Te lo contaremos el domingo en la nueva guía interactiva El príncipe, de Nicolás Maquiavelo. Si quieres recibirla, entra a Libro al día PRO antes del domingo a las 19:00.


"Lo que no sabe sobre el liderazgo, pero probablemente debería", por Jeffrey Kottler
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