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📚 Nueve dedos, pero un aprendizaje
El injerto que marcó a Jeff Bezos
“En mis tiempos, los jóvenes erais más “espabilaos".
Frase Nº53 del catálogo del abuelo. Sé que lo dicen porque ahora, en vez de construir puentes con nuestras manos, las usamos para deslizar en TikTok.
Pero esta frase también tiene una segunda lectura.
Una lectura que Jeff Bezos, al fundar Amazon, convirtió en su filosofía.
“Mis hijos utilizan cuchillos afilados desde los cuatro años. Prefiero un hijo con nueve dedos que uno que no sepa espabilarse”.
Como no podía ser menos, Jeff aprendió esta lección de su abuelo, con el que pasaba todos los veranos en su rancho.
Y con el que vivió una anécdota que, según él, “marcó para siempre su vida”. La cuenta así:
“En una ocasión, al salir del coche para abrir la puerta del garaje, mi abuelo se olvidó de echar el freno de mano.
“¡Genial! La abro rápido y entrará con la inercia”, pensó. Pero no. El coche la golpeó antes de que estuviera abierta.
Dejando su pulgar atrapado y perdiendo casi entero el músculo que lo mantenía sujeto.
Enfadado consigo mismo, mi abuelo agarró el cacho de músculo que colgaba y lo tiró a los matorrales. Después, se volvió en coche al hospital.
- Genial, podemos reconstruírselo. ¿Dónde está el trozo que falta? - dijo la enfermera.
- No va a ser posible - respondió él, suponiendo que algún animal ya se lo habría comido.
- En ese caso… Hay dos opciones: pegarle el pulgar al abdomen durante seis semanas, o cortar un pedazo de piel de las nalgas e injertárselo en el dedo.
- Me decanto por la segunda opción. Pónganme piel del culo.”
Según cuenta Bezos, el injerto salió bien. Pero lo que más vívidamente recuerda fueron las mañanas posteriores de su abuelo.
Estaban perfectamente ritualizadas. Desayunaba sus cereales, leía el periódico, se afeitaba, y por último pasaba la maquinilla dos veces por su pulgar.
Porque en ese dedo, según él, “le salían pelillos de las nalgas”. Algo a lo que jamás dio importancia.
Ahora bien.
¿Qué quiero decirte con esta historia?
Lo primero: cuidado con el exceso de confianza y con las puertas del garaje.
Y lo importante: sufrirás muchos traspiés e imprevistos a lo largo de tu vida. En tu empresa, en tus relaciones, en todo.
En estos momentos solo tendrás dos opciones: quejarte por tu mala suerte (cuando en realidad, no es más que la de todos), o aceptarlo y continuar.
Es parte del proceso, no hay más. Te depilas el dedo y a seguir.
A esto es a lo que los abuelos y Jeff Bezos llaman “estar espabilao”. Aprovechar los aprendizajes de la vida y pasar de capítulo rápido, que hay que seguir viviendo.
Y en esto es en lo que se sustenta Amazon. Una empresa líder en proyectos fracasados, pero de los que no montó ningún drama.
Solo siguió, y siguió. Y al final, triunfó.
La pregunta ahora es:
¿Estás preparado para espabilarte? ¿O seguirás dejando que cada imprevisto te tire a la lona?
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"Crea y divaga", por Jeff Bezos
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