📚 ¿Se puede vivir teletrabajando?

¡Hola! Hoy aprenderás: acabemos con el mito de que teletrabajar desde Bali es solo para emprendedores con su propio negocio. ¿Cómo puedes lograrlo tú, que trabajas para una empresa y estás en nómina?

Cómo librarse del trabajo presencial

Lección ampliada del libro original

💡Salir de la oficina para siempre. Trabajar desde tu salón, en pijama, con música de fondo y tu taza de café favorita al lado. El sueño de todo empleado… Pero, ¿por qué no volverlo realidad?

Junto al azúcar, la televisión y el gimnasio, el teletrabajo es la nueva droga del siglo XXI. Cuando lo pruebas ya no quieres salir.

Y es normal. No solo porque no gastas en gasolina, ni tienes a tu jefe detrás de la nuca vigilándote. Es que ganas una cantidad preciada de tiempo que puedes invertir en ti y en tu familia a diario.

“Ya, pero es que en mi trabajo no se puede…” “Ya se lo propuse a mi jefe, pero no está de acuerdo”…

Claro que hay trabajos donde no se puede vivir teletrabajando. Pero exprimamos el limón.

Un policía no puede patrullar desde casa, pero sí convencer a su jefe de que le deje hacer el papeleo en remoto. Eso es lo que buscamos.

Ahora que lo tenemos claro, pasemos a la acción. ¿Cuál es la mejor estrategia para que tu jefe te acabe pidiendo que teletrabajes?

▪️ Paso 1: aumenta tu valor en la empresa para que a tus jefes les acabe pareciendo imposible despedirte.

Piénsalo: no es lo mismo un informático experto en Java que otro que domina 10 lenguajes de programación, tiene tres cursos de ciberseguridad y ayuda a desarrollar videojuegos indies. Uno es prescindible, el otro no.

▪️ Paso 2: Demuestra que eres productivo trabajando desde casa. Y si no tienes oportunidad… Te la inventas.

“Ay, que me he levantado con 38 de fiebre”. “Ay, que mi hijo está enfermo y tengo que quedarme en casa cuidándole. ¿Qué le parece si trabajo desde aquí?”

Si te dice que sí, ha llegado el momento clave: hora de trabajar como un animal. Sé el doble de productivo, da lo mejor de ti, y deja constancia de todo lo que te ha dado tiempo a hacer para que tu jefe se entere.

 ▪️ Paso 3: aumenta el contraste. Cuando se acabe tu “permiso” y vuelvas a la oficina… No te digo que vaguees, pero que se note la diferencia.

 ▪️ Y así podrás llegar al paso 4: hora de negociarlo. “Jefe, he descubierto que soy mucho más productivo en casa que en la oficina. Sin duda, eso aumentaría los beneficios de la empresa a largo plazo. ¿Qué le parece si hacemos alguna prueba tonta, como teletrabajar un día a la semana?”

Si dice que sí, ha llegado tu momento. Vuelve a los pasos 2 y 3, para que tu jefe cada vez desee más que teletrabajes. Y ya está.

Hora de trabajar en pijama y chanclas.

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Lección de hoy de:

"La semana laboral de 4 horas", por Tim Ferriss

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