📚 Solo somos monos

¿Te has preguntado alguna vez por qué haces lo que haces? ¿Hay algún motivo lógico?

“Porque me lo enseñaron así”, podrías pensar. Ya, pero eso no es un motivo.

Para verlo más claro, te lo explico con un experimento.

En los años 60, unos investigadores encerraron a 5 monos en una jaula. En un lateral colocaron una escalera, y encima de la escalera un montón de plátanos.

Sencillo, los monos subían por la escalera y cogían los plátanos. Son monos, pero no idiotas.

Pero el segundo día comenzaron los cambios. Cuando un mono empezaba a subir la escalera, todos recibían un baño de agua helada. Sin excepción.

La primera vez les resultó extraño. La segunda se mosquearon, y a la tercera que uno de ellos pisaba la escalera…

El resto le molía a palos.

Los investigadores, que seguían entretenidos, continuaron con los cambios. Sacaron a un mono de la jaula y metieron a otro nuevo. ¿Y qué pasó?

Intentó subir la escalera, salivando por ese montón de plátanos. Y, sin él saber por qué, le molieron a palos.

Al día siguiente la secuencia se repitió: los investigadores sacaron a dos monos y metieron a dos nuevos. Sí, hubo palos.

Y el último día, para cerrar el experimento, sustituyeron a los 2 monos que quedaban desde el principio por otros dos nuevos.

¿Sabes lo que sucedió?

Palos, palos y más palos. Ninguno de los 5 había experimentado el agua helada, ninguno sabía el motivo de dar palizas al subir la escalera. Pero las daban.

Este experimento, aparte de cruel, es bastante revelador. Porque en nuestra vida y empresa sucede exactamente igual.

La mayoría de nuestras acciones las hacemos porque las hizo el rebaño. Solo cambia el agua helada y los plátanos por la oferta, el servicio o la comunicación con clientes.

Es más, iré más lejos. En 2013, el Eurostat hizo un estudio en Europa pidiendo a los ciudadanos que indicasen si estaban de acuerdo o no con la siguiente afirmación:

“Mi futuro depende de mis decisiones, no de los demás ni de la suerte.”

¿Sabes cuáles fueron los resultados?

Solo el 17% de los españoles estaba de acuerdo. Una auténtica barbaridad.

No solo seguimos por inercia al rebaño sino que, si fracasamos, será su culpa. Construimos nuestro futuro esperando que otro mono suba la escalera.

Puede que esto te duela, pero tengo que decirlo:

Este camino solo conduce a la mediocridad.

Por eso debemos cambiar. Los monos no podían, pero tú sí; solo tienes que abrir la puerta de la jaula e irte.

Al igual que hicieron otras muchas empresas. Por ejemplo: Hotelicopter, que convirtió un helicóptero soviético en un hotel de de 5 estrellas.

U Ocean Cellars, quien ha construido su bodega gigante en el fondo del mar.

Así que ahora, con cada acción que tu empresa realice, con cada pequeño detalle, pregúntate:

“¿Lo hago por qué es lo mejor, o solo estoy actuando como los monos?”

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