Los hábitos molan, pero los hábitos son difíciles de conseguir.

Pero, ¿y si te dijera que hay una forma mucho más fácil de construir un nuevo hábito sin tener que sudar la gota gorda?

Bienvenidos a la maravillosa "Ley de la Identidad".

No, no es otra teoría absurda sacada de la nada. Es una especie de truco mental en el que te convences de que ya eres la persona que quieres ser.

En lugar de decir "quiero ser más organizado", te dices: "soy la persona más organizada del planeta".

Esto funciona porque por alguna razón tu cerebro es lo suficientemente ingenuo como para creerse cualquier cosa que le digas con suficiente convicción.

Al final,, tu cerebro es lo que se llama un “reforzador de realidades”. Si crees en algo día tras día actuarás en base a ese conocimiento.

Ni más, ni más.

Así que aquí va el secreto: si actúas como si ya fueras esa versión mejorada de ti mismo empezarás a comportarte como tal.

El primer paso que hay que dar es, sin duda, repetírselo. Porque la convicción no es otra cosa que: repetición.

Aquí va un ejemplo: ¿Quieres ser un madrugador?

No digas "quiero levantarme temprano". Di "soy de esos molestos madrugadores que ven el amanecer como un ritual sagrado".

Pero dilo, dilo siempre, y dilo y dilo y dilo. Dítelo al espejo, díselo a esa nueva gente que conozcas en una fiesta, o en el gym, díselo a tu familia, a tus compañeros de trabajo… dilo hasta que te creas lo que dices, hasta que vivas lo que dices.

Antes de que te des cuenta, estarás preparando café a las cinco de la mañana como si eso fuera lo más normal del mundo.

Esto es lo que se llama "Ley del Compromiso"

Básicamente, una vez que te has convencido de que ya eres esa persona ideal, tu cerebro te obliga a actuar en consecuencia.

Es como si hubiera firmado un contrato invisible que te dice: "Oye, ya que dijiste que eres esto, más te vale cumplir".

Y lo mejor es que ni siquiera tienes que esforzarte; todo sucede como por arte de magia.

Te puede parecer un truco barato, y es que lo es. Es barato y funciona. Lo único que lleva es tiempo.

El poder de creer que ya eres quien quieres ser es tan efectivo que te encontrarás comportándote como ese ser fabuloso sin siquiera darte cuenta.

—Bueno, si él dice que es un adicto al gimnasio, supongo que vamos al gimnasio —repite tu cerebro cada vez que le das más vueltas que un reloj a la misma afirmación.

Dicho esto, la pregunta es: ¿por qué molestarte en hacer todo el trabajo duro cuando tu cerebro puede hacerlo por ti?

Confía en el poder de la repetición.

El sábado le preguntamos a los PRO qué libro querían. Esto decidieron:

Por eso, esta semana extraeremos todas las pepitas del libro:

“Hábitos para ser millonario", por Brian Tracy

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¡Hasta la próxima lección!

Correo presentado por Charlye Dem.

Equipo Libro al día.

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