- Libro al Día
- Posts
- 📚 Aprende de tu yo del futuro
📚 Aprende de tu yo del futuro
Trae de vuelta el sentimiento que tienes cuando se te muere alguien

Dicen que lo más bonito del mundo es tener un hijo, pero los niños pueden estar llorando durante nueve paradas de tren porque se le ha caído su caramelo al suelo (aun teniendo ocho más en la mano).
A mi me gusta leer en los trayectos, y con mala cara dejé de leer mientras le echaba una mirada feroz al pequeño. Aun así, ese niño se me acercó y me dio un caramelo. Y hoy te lo quiero dar a ti.
¿A qué área pertenece la lección que aprenderás hoy? 🧠🆙

⌛Tiempo de lectura: 3 minutos, en lo que se te deshace ese caramelo en la boca.
Pepita Número 22: Aprende de tu yo del futuro


Ese niño pudo estar media hora llorando sin parar, pero después me dio un caramelo con una gran sonrisa en su cara. Como si nada hubiera pasado, como si lo ocurrido hubiera sido hace tanto tiempo que ya no tuviera secuelas de ello.
Los adultos, en cambio, somos discos duros de problemas y malas experiencias pasadas. A un niño se le puede pasar el berrinche enseguida, pero un adulto puede estar muchos meses recordando a su ex o enfadado desde hace un año porque a sus padres se le olvidó su cumpleaños.
El problema existe cuando nos preocupamos en exceso, y la realidad es que las cosas solo duran el tiempo que nosotros mismos permitamos que duren. ¿O acaso nunca te has estado sintiendo mal por algo que pasó hace mucho y al cabo de los meses ya no te importaba nada?
Así, de un día para otro. Sin querer. Y lo que puede parecer un golpe de suerte, el tiempo que todo lo cura, puede llegar a ser algo que puedas controlar sin esperar a que el tiempo haga su magia.
¿Cómo? Actuando desde ya como tu yo del futuro.

Hay momentos en la vida en los que pasamos por un momento realmente duro como la muerte de alguien importante para nosotros. Estas situaciones hacen que todo lo que nos preocupaba, de un día para otro, nos resulte algo meramente anecdótico.
Ni las discusiones por dinero con tu pareja, ni el panadero que te devolvió mal el cambio, serán ya algo por lo que pararte a preocuparte.
Quizás suene raro, pero estos momentos son los que hay que rescatar. Y no hablo del dolor, sino del momento en el que lo verdaderamente importante es lo único que ocupa lugar de almacenamiento en nuestras cabezas.
Si sabes lo que sientes ahora cuando estás preocupado, pero también sabes lo que se siente al no estarlo, como ya te ha pasado en anteriores ocasiones, ¿por qué no adelantas ese momento futuro y empiezas a actuar como lo harías cuando ya se te hubiera olvidado?
Actúa desde el primer momento como la versión del niño sonriente que me regaló el caramelo. Adelántate al momento y no dejes que los sentimientos te desborden. Acéptalo como algo que ya ha pasado y no como algo que te está pasando.
Y no digo que no te des un momento para lamentarlo y asimilarlo, sino que traigas de vuelta lo más rápido que puedas ese sentimiento de saber que nada es tan malo como perder a alguien. Que las cosas importantes no son ese caramelo del suelo, sino los otros ocho que aún tienes en la mano y que todavía puedes compartir.

Ahora cada vez que un niño te moleste en el tren o en la cola del supermercado, recuerda esta Pepita de Oro y pregúntate: ¿Estás compartiendo tus caramelos o solo los estas tirando? 🍬
En esta anterior hablamos sobre cómo sacar al abuelo que hay en ti. Ahí no hablamos de caramelos, pero sí de por qué necesitas ser un borde. ¡Hasta mañana!
Mantente siempre aprendiendo 👋
Pepita extraída por Charlye Dem.
¿Te reenviaron este correo? Regístrate aquí para recibirlos directamente