📚 A nadie le interesan tus debilidades

Cómo la Prehistoria nos impide llegar al éxito

¡Holaa! Me alegra verte por aquí de nuevo, que la constancia es una gran habilidad (hablaremos de ella en alguna pepita).

Para recompensarte, te vamos a presentar un error que la mayoría comete constantemente, y que nos viene desde nuestros tiempos prehistóricos, concretamente por vivir en la tribu. ¡Vamos a verlo!

Tiempo de lectura: 5 minutos, lo que tardas hasta la parada de autobús

Pepita Número 12: A nadie le interesan tus debilidades

Vámonos de viaje. A la Prehistoria, por ejemplo. Allí te voy a explicar una pepita súper sencilla pero con una potencia enorme. ¡A imaginar! Coge tu mochila de montañero y tu máquina del tiempo. ¡Fiuuuu! 💨

Llegas a una tribu de Homo Sapiens antiguos, hace decenas de miles de años. Allí te espera Ayla, una integrante de la tribu que te explica cómo es su día a día. Te enseña cómo cazan, cómo cocinan, cómo fabrican herramientas y hasta cómo bailan.

“Qué maravilla, todo lo que saben hacer”, pensarás. Pues sí, a eso vamos. Saben hacer muchas cosas porque todos deben aprender de todo. Hay especialistas claro, pero una tribu no puede permitirse que fallezca su tallador experto y se queden sin nadie que sepa hacer armas. Deben tener un conocimiento global.

Ese es nuestro error, querer ser unos Sapiens de tribu cuando somos del siglo XXI. Por supuesto que es genial aprender de todo, de hecho hablamos de sus beneficios en nuestra pepita sobre “La teoría del cambio de escalera” (pulsa aquí si te la perdiste). Pero queremos hacerlo para no enseñar que tenemos puntos débiles. Creemos que el éxito se encuentra en no tener debilidades, cuando está en tener las mejores fortalezas.

Empecemos con un ejemplo de lo más sencillo. Tu hijo viene con las notas del curso: un suspenso, un diez y el resto bien-notable. ¿Sobre qué asignatura hablarías con él? Inconscientemente nos sale decir que la del suspenso para que pueda mejorarla, pero ¿por qué no hablas de la que ha sacado un diez, que es la que le apasiona?

Comencemos a centrarnos en lo que mejor se nos da; somos una sociedad colaborativa de millones de personas. No pasa nada si se te da mal algo, de verdad, hay personas suficientes para suplirte en esa tarea. Como dice el empresario Richard Branson: las cosas en las que no eres bueno no interesan a la gente y no deberían interesarte a ti.

Ya sea tu capacidad de hablar en público, de anticiparte al mercado o de crear nuevos productos. Busca tus fortalezas y poténcialas al máximo para marcar la diferencia.

Sé lo que estás pensando. “Hay debilidades que, si no las mejoro, no me permitirán tener éxito”. Claro, igual que tu hijo no puede olvidarse de la nota suspensa sin más, porque no pasaría de curso. Hay varias maneras de enfrentar nuestras debilidades sin quitarnos el foco de nuestras fortalezas:

Lo primero y más claro, mejorarlas un poco hasta que dejen de interferir en tu desarrollo. No hace falta ser el mejor en ellas, con que no molesten vale. La segunda opción ya la hemos mencionado, compleméntate con alguien a quien se le dé bien lo que a ti no. Sencillo.

Si estas tácticas no te funcionan, puedes probar a encubrir tu debilidad usando una fortaleza. Si se te da mejor escribir que hablar, todo lo que puedas hazlo por escrito. Y si esta tampoco te sirve plantéate tirar la toalla; no pasa nada por reconocer que no sabemos hacer algo.

Con esta lista de opciones tus debilidades no deberían ser un problema. Ahora sí, estás preparado: te nombro Sapiens del siglo XXI. 🎓

¿Cuál crees que es tu mayor fortaleza? Esa que podría llevarte al éxito y estrellato🌟. Cuéntanos en el canal de Discord de Bookers Club, ¡te leemos!

Pepita extraída por Iván F.G.

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